martes, 20 de septiembre de 2016

Quizá todo esto...





-¿Y si los humanos (y humanas) fuéramos piojos en la cabeza de alguien, en la cabeza de un ser gigante? - preguntó Emilia y en el acto recordé un poema de Wislawa Szymborska en el que nos imaginaba parte de un experimento de vaya a saber quién.
Llevé a Wislawa al taller -la bella edición azul de Fondo de Cultura- y pasaron cosas maravillosas.

El poema de W.S.

Quizá todo esto

Quizá todo esto
esté sucediendo en un laboratorio.
Bajo una lámpara de día
y millones de lámparas de noche.

Quizá seamos una generación de prueba
vertidos de un recipiente a otro
agitados en las retortas,
observados por algo más que un ojo,
cada uno por separado
cogidos al final con pinzas.

Quizá de otro modo:
sin intervenciones.
Los cambios suceden por si mismos
conforme al plan.
La aguja gráfica dibuja lentamente
los zigzags previstos.

Quizá hasta ahora no haya en nosotros nada interesante.
Los monitores de control pocas veces se conectan.
Solo si hay una guerra, y de las grandes.
Algunos vuelos más allá del terrón de la Tierra.
O grandes migraciones del punto A al punto B.

Quizá al revés:
Solo les agraden los episodios.
He aquí una chiquilla en una gran pantalla
cosiéndose un botón a la manga.

Los sensores silban,
el personal acude.
¡Ay qué personaje es éste
con su pequeño corazón latiendo dentro!
¡Qué seriedad tan graciosa
al enhebrar la aguja!
Alguien exclama exaltado:
¡Avisen al Jefe,
que venga y lo vea él mismo!



Y lo que siguió después de la lectura:

Quizá todo esto
esté sucediendo...
en una gran cabeza, con muchos piojos.
Nosotros somos los piojos.
Alguien está despiojando la gran cabeza de la Señora Mundo.
Justo ahora pasa ese pinchoso peine al lado de mi mano.
Ayyyyy....nooooooo....me caigoooo....

Emilia Chiaradia
(9 años)




Quizá...
un chico nos esté manejando y nosotros seamos muñecos chiquititos.
¿O no será quizá, un mundo debajo de la cama que alguien está haciendo en este momento? Uh! todo se vuelve oscuro. ¿Por qué se vuelve oscuro?
O quizá estemos todos dentro de un tubo de ensayo en una gran biblioteca.
O quizá estemos en una gran maqueta.
O quizá seamos muñecos chiquititos que viven en los bolsillos de gigantes, pelusas de los bolsillos de los gigantes.

Nacho Bullón ( 9 años)


Quizá...
estemos en una casa y seamos muñecos en fuga por temor a ser eliminados.
(Yo me salvé escondiéndome debajo de la cama y he intentado salvar a mis amigos)
O quizá un niño de diez años nos compró y nos salvó de ser eliminados y ahora el niño es feliz jugando con nosotros.

Rogelio Locatti (11 años)




Quizá todo esto
esté sucediendo en un laboratorio
lleno de lupas y lentes
que nos observan y
dudan de nuestro comportamiento.

Quizá que los sorprendemos
de vez en cuando
y logramos un grito
de alegría.

O quiza
cuando fallamos
los hacemos gritar
de furia y nos
asustan con sus
rugidos de ogro
y se enojan y golpean las cosas.
Entonces las luces parpadean y
rompen en llanto.
Claro, después dicen que nosotros somos
los raros.

Quizá que sólo
se fijan en el detalle
más pequeño:
en que un hombre
tiene los cordones desatados
pero no en que ese hombre
está en guerra.

O quizá nos baten
en recipientes para
experimentar con nosotros.
Nos sacan
y con sus guantes verdes
nos empujan de un lado a
otro y nos suben y bajan
y así quedamos mareados
y llenos de curiosidad.

O quizá
ya no somos curiosidad para ellos
porque ya saben nuestras rutinas:
soñamos y tememos,
amamos y lloramos
y a diario peleamos
y no avanzamos.


Dana Ziegemann

(11 años)