sábado, 21 de septiembre de 2013

Mirta Colangelo, primavera!

Ciruelo de mi puerta, si no volviese yo,
la primavera siempre volverá.
Tú,  florece.

Anónimo Japonés














Te encontré en el jardín de tu casa cerca del mar.
Nos reunimos bajo el aromo florecido, tu perfume se mezclaba en el amarillo.
Una pareja de benteveos, en la aguja más alta, puso una nota violeta agudo antes de que se borre el día.

Entonces supe otra vez el secreto de la vida –aquel de Levertov-  que descubriste para mí en tantos poemas y que siempre olvido y que siempre vuelvo a encontrar.