Una vez una persona hizo un poema
y era tan lindo que se sacó los ojos para no verlo.
Los escondió en una cueva
para no encontrarlos.
Otra vez, los fue a buscar y se escaparon
los ojos,
porque creen que la persona no los apreciará.
Los fue a buscar
pero no los pudo encontrar
porque estaban muy lejos.
Hasta que sintió algo en el suelo,
los tocó y sintió dolor.
Los ojos estaban muy conectados a ella.
Pedro (casi 9 años)
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