¡Qué vida!
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Oliverio Girondo
Oliverio Girondo
-¡Nene, dejá de hamacarte en la silla!
Todo era hamacarme, hamacarme acá y hamacarme allá.
Todo era hamacarme, hamacarme acá y hamacarme allá.
En el baño, en la cama, en la hamaca (obvio), en la
silla, en la mesa, en el perro y también en el gato, para no ser injustos.
Hamacarme, hamacarme y hamacarme.
Hamacarme en el agua, en la tierra y en el aire.
Con mi tío, con mi tía.
Hamacarme en la escuela, en el viaje, en el lavarropas
y en la cocina.
Hamacarme cuando llueve, cuando tomo la sopa, cuando
lavo, cuando barro y cuando pongo la mesa. Hamacarme.
¡Siempre me hamaco!
Vittorio L.
1 comentario:
hermoso... un poeta!! (de tal palo...)
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